jueves, abril 18, 2024

El Estadio Luzhniki, sinónimo de historia

Agustín Loza

Los ojos de todo el mundo se posarán en este lugar. Es el escenario donde oficialmente comenzó la cita futbolística más importante del planeta, con toda la alegría que eso conlleva. También ahí se marcará el final del certamen, con algunos que tocarán el cielo con las manos, y otros que se quedarán en las puertas de la gloria, con la desazón de no cumplir con el gran sueño.

Ubicado a orillas del río Moscova, en la ciudad de Moscú, la más importante de Rusia luego de la Revolución de 1917 que cambió para siempre la vida del país más grande del planeta. En este lugar pasó la fiesta inaugural, el primer encuentro, y también será el epicentro del partido definitorio del Mundial 2018. El estadio Luzhniki, uno de los más importantes del planeta, con más de 81.000 espectadores luego de la remodelación para esta competición. El gobierno desembolsó más de 405 millones de dólares para reacondicionar el recinto.

Este imponente lugar fue construido por el gobierno de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas parahomenajear a los deportistas del país por su excelente participación en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952. Se puede decir que en Rusia se contó parte de la historia del mundo. Pero este escenario, también fue testigo de gran parte de los sucesos deportivos que marcaron a fuego la vida de algunos deportes.

Fue inaugurado en 1956, tres años después de la muerte de Iósif Stalin, quien fue el cabecilla de la política de ese país durante más de dos décadas. En ese momento, la Unión Soviética estaba en su apogeo. Inicialmente, el recinto se llamó Estadio Central Lenin, en honor a uno de los caudillos de la revolución de 1917.

Fue un símbolo cultural. Los años pasaron, y el nombre cambió a Luzhniki, pero la esencia del comunismo nunca se apagó del todo. A metros de la entrada está la estatua de Vladimir Lenin, el líder de los bolcheviques que encabezó los sucesos ocurridos hace poco más de un siglo que le dio un giro rotundo a la vida de ese país.

Ese caudillo murió en 1924. Pasaron varias décadas, la Unión Soviética se disolvió, Rusia volvió, el mundo cambió. Pero el capitalismo también se expandió a lo largo del planeta. Parece una ironía del destino que en el interior de este estadio todos los espectadores y televidentes pueden observar patrocinadores del Mundial que representan a la ideología contraria a la del primer homenajeado.

La capital de Rusia siempre respiró aires de deportes. En 1980 fue la sede de los Juegos Olímpicos. Aunque ese evento tuvo la particularidad de ser recordado más por lo que pasaba en lo extradeportivo. Ya que Estados Unidos encabezó un gran boicot a esa cita olímpica. Mientras que la URSS hizo lo mismo en los Juegos de Los Ángeles 1984. El deporte, la historia y la política siempre tuvieron alguna conexión.

El estadio Luzhniki fue testigo de grandes hazañas deportivas y culturales. Además de albergar los Juegos de 1980, también fue el epicentro de la final de la Champions League 2008. En esa ocasión, Manchester United venció por penales a Chelsea y se subió a la cima del fútbol del viejo continente por tercera vez. La música también estuvo presente en algunos momentos. Artistas de la talla internacional de los Rolling Stones o Michael Jackson actuaron en este escenario.

Pero también tuvo momentos de tristeza. Como en 1982, en el medio del encuentro entre Spartak de Moscú y Harleem de Holanda por la Copa UEFA. Cuando estaba por finalizar el partido, el segundo gol del equipo local desencadenó en una estampida fatal, que dejó como saldo 66 muertos.

El estadio tiene una particularidad. En el campo de juego, hay calefacción para ambientar el lugar donde rueda el balón para los momentos de frío, aunque durante esta etapa mundialista no será tan necesario. Ya que en esta época, el cielo veraniego es el que se impone en el territorio moscovita. No solo fue el lugar del partido inaugural, además será sede de tres partidos de primera fase, uno de octavos de final, una semifinal y de la final de la competición.

Si hablamos de Moscú o Rusia, se dice historia. Si hablamos de fiesta, se menciona al Mundial de Fútbol. Si alguien nombra el estadio Luzhniki, piensa en el deporte. Todos esos condimentos están presentes en la vigésimo primera edición de la cita futbolística que mantiene en vilo al planeta entero. Que el buen juego se convierta en páginas de gloria. Para que cada imágen quede en las retinas de los fanáticos.

Más notas