Santiago Ribotta
Uno es un país de Centroamérica con un clima tropical donde raramente la temperatura baja de los 15 grados centígrados durante todo el año y el otro es una isla en la parte más nórdica de Europa donde la temperatura casi nunca supera los 15. Más de 7.500 kilómetros separan a Panamá de Islandia y aun así cumplirán el mismo sueño: jugar por primera vez en un Mundial.
Dos naciones de escasa tradición futbolística que todavía no comprenden del todo la dimensión de lo que lograron. Tan es así que esta isla europea, de tan sólo 340 mil habitantes, se convertirá en el país de menor población en jugar una Copa del Mundo.
Hernán “Bolillo” Gómez, director técnico de la selección de Panamá, aconseja desde la veteranía y aclara: “Nosotros somos un equipo joven. Venimos a aprender y conocer”. Es el único entrenador en la historia en hacerlo dos veces: en Corea-Japón 2002 le dio a Ecuador su primera experiencia mundialista.
Islandia, ubicada en el puesto 22 del ranking FIFA, consiguió la clasificación el 9 de octubre del 2017 tras vencer a Kosovo por 2 a 0 y terminó como líder del Grupo I de las Eliminatorias UEFA. En segundo puesto quedó Croacia, quien que le negó el boleto a Brasil 2014 en el repechaje y con el cual compartirá el Grupo D en el Mundial junto a Nigeria y Argentina.
El trayecto del conjunto panameño a Rusia 2018, donde se enfrentará con Bélgica, Inglaterra y Túnez por el Grupo G, fue sinuoso y se resolvió en la última jornada. Una victoria sobre Costa Rica por 2 a 1 –con un gol del central Román Torres a los 43 minutos del segundo tiempo– y la derrota de Estados Unidos frente a Trinidad y Tobago por el mismo resultado posicionó a Panamá en el tercer puesto y le dio el pase directo a la Copa del Mundo.
Tras obtener el pasaje a Rusia 2018, el camino de ambas selecciones fue idéntico: sólo dos victorias en ocho amistosos y cada vez que se enfrentaron a países clasificados al Mundial fueron derrotados. Los centroamericanos cayeron frente a Irán por 2 a 1, Dinamarca 1 a 0 y Suiza 6 a 0. Por su parte, Islandia perdió 3 a 0 contra México y 3 a 1 versus Perú.
El último partido que los europeos disputaron como preparación para la cita mundialista fue el 7 de junio contra Ghana y terminó 2 a 2. Un día antes, Panamá se enfrentó con Noruega y acabó siendo derrotado por 1 a 0.
El bajo nivel de los torneos locales es una de las principales razones que explican por qué en ambos equipos sólo tres jugadores, de los 23 que forman parte de la lista, participan en sus propias ligas. El plantel que convocó Heimir Hallgrímsson, quien además de ser el entrenador islandés es odontólogo, está compuesto completamente por futbolistas que juegan en Europa; en el caso de Panamá, actualmente ubicada en el puesto 55 del ranking FIFA, la MLS de Estados Unidos es el destino más común.
Más allá de los últimos amistosos, las dos selecciones están viviendo sus mejores épocas futbolísticas: el conjunto centroamericano lo demostró en las últimas tres ediciones de la Copa Oro de la CONCACAF donde consiguió un subcampeonato y un tercer puesto, mientras que la Eurocopa 2016 fue el escenario donde los ojos se posaron por primera vez sobre la cenicienta escandinava cuando eliminó a Inglaterra en los octavos de final.
Más de 7.500 kilómetros separan a Islandia de Panamá y aun así están a unos días de embarcarse en la misma aventura; el objetivo es volver a superar las expectativas. La clave está en que esta vez saben cómo hacerlo: deben retomar el camino que los trajo hasta aquí.