Por Fiorella Biondi
La historia de Guillermina Ferrando, de 16 años, sorprendió al hockey sobre césped argentino: desde los seis años practica ese deporte, a los 11 le diagnosticaron una hidrocefalia, la sometieron a dos operaciones y su ilusión de volver a jugar fue posible, pero con el uso de un casco.
Ferrando llegó a jugar en la primera de su club, La Barranca de Santa Rosa, y a competir con la selección pampeana. Desde 2012 usó el casco en torneos locales y nacionales sin ningún inconveniente.
El 28 de abril, los torneos iban a cambiar para la adolescente. Como tantas veces en los últimos años, Guillermina hizo el calentamiento junto a sus compañeras de La Barranca. Era la previa del primer partido del torneo regional de clubes de la Patagonia, cuando Gilda Navarrete, la directora del torneo, le comunicó que no podría ingresar con el casco. “Fue una desilusión enterarme que no podía entrar a jugar, porque era la primera vez que iba a este torneo”, dijo la jugadora. Pero Navarrete le explicó que la decisión era de la Confederación.
Y no fue solamente eso. “Después de terminar el último partido, la directora me llama sin mis compañeras, solamente con mi jefa de equipo y me dice que empezará a ver el hockey desde otro lado y no como jugadora”, contó Guillermina.
Karina Gómez, la mamá de Guillermina está furiosa contra la directora del torneo y la Confederación Argentina de Hockey, porque cree que la actitud hacia su hija fue denigrante. Apenas se enteró de que le impidieron jugar en Neuquén, fue a la delegación del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación) y al Juzgado del Menor de La Pampa para denunciar el caso.
“La gente lo ve totalmente discriminador. Para el club es algo normal y para las jugadoras de Neuquén también porque se han enfrentado varias veces en el Torneo de Cuatro Provincias”, comentó la madre.
Karina rechazó el argumento de la Confederación: “Son absurdos. Dicen que el casco es peligroso para otra rival. Y que son las reglas internacionales”. Pese a esto ella revisó todos los antecedentes del deporte. “Es un deporte de riesgo, pero por el palo y la bocha. Decir que es un riesgo el casco, es absurdo, habría que ver cuántos casos por lesión por casco hay. Si miras un partido, todas las arqueras tienen uno y no veo que las jugadoras tengan algún inconveniente”. Ademásmencionó el caso de una jugadora australiana, Lizzie Watkins, quien murió en 2012 por un bochazo en la nuca.
Gómez cree que este cambio le haría bien al deporte aunque ella solo va a luchar contra la confederación para que la acepten a su hija. Por el momento se está viendo la aprobación de que utilice un casco de rugby.
Una vez que se conoció la decisión de la CAH con Guillermina, su historia se viralizó. Los jugadores de Los Leones se sumaron al hashtag #SialCasco y pusieron el cartel “Yo quiero hockey inclusivo”.
Magdalena Aicega, ex Leona, es una de las personas del mundo del hockey que le interesó hablar del caso. “Me parece una tontería que no la dejen jugar por el casco. A mí me pasó que me fracturé un dedo y solo podía jugar con una varilla de metal, por lo que me puse un guante para ‘camuflar’ porque sé que no me habrían dejado jugar, aunque sabía que no iba a lastimar a nadie”.
Aicega consideraba el caso de Guillermina como extraordinario. Sobre la campaña a la cual se sumaron Los Leones, dijo: “Supongo que los chicos (Los Leones) hicieron eso por este caso en particular y los entiendo, esto no pasan todos los días. Las reglas están para seguirlas pero hay que ser un poco flexible de vez en cuando”.
La confederación no quiso dar ninguna declaración del tema pese a los insistentes llamados. Por su parte la Asociación Pampeana está dejando jugar a Guillermina con algunas prescripciones a nivel provincial donde le dijeron que al elemento le debía poner una protección blanda. La madre indicó que estaban analizando qué componente ponerle al casco pues hay cosas que no se fabrican.
Producción: Cristian Molano, Gustavo Ruiz Díaz, Lucas Braun, Franco Martínez, Juan Pablo Solari.