sábado, octubre 12, 2024

La cábala, te la debo

Nahuel Gala (@NahueGala) y Evelyn Ower (@EveOwer_)

El Spartak Stadium de Moscú albergará el debut de Argentina en la Copa Mundial de la FIFA contra Islandia el 16 de junio. Tan solo una semana antes, el seleccionado albiceleste iba a viajar al continente asiático para verse las caras con Israel, en el estadio Teddy de Jerusalén, que, por estas horas, está en el centro de la escena: murieron más de 60 palestinos y cerca de 2 mil resultaron heridos durante las protestas en Gaza contra el traslado de la embajada estadounidense -antes en Tel Aviv- hasta laciudad santaque, además, es la capital de la nación.

La última vez que el seleccionado argentino alzó la Copa del mundo, viajó hasta Asia a 27 días del comienzo de México 1986 y un triunfo 7 a 2 frente al combinado israelí liberó a un grupo que parecía caído luego de una Eliminatoria angustiante en la que empató 2 a 2 con Perú casi sobre la hora para conseguir la clasificación. 32 años después, con ocho Mundiales de por medio y algunas otras visitas a Israel -¿con la misma lógica y argumento de la “cábala“?-, algunos esperaran que vuelva esa mística salvadora que encabezó en ese entonces Diego Armando Maradona para que en esta edición pueda hacer lo propio el capitán, Lionel Messi.

¿Qué implicaba jugar un partido amistoso que te altera -a siete días de un debut mundialista- el deseo de ya estar alojados en la concentración en Rusia? ¿Qué se pone en juego y cuál es el riesgo que se asume con futbolistas que arriban al Mundial con el desgaste de la temporada europea y con lesiones que, incluso, pusieron en duda su participación? ¿Es la apuesta de fantasear por ese camino de lo místico o hay algo más detrás de ese gran telón?

Aunque el submundo de las cábalas apueste que al volver a esta rutina pre mundialista 20 años más tarde la historia pueda repetirse, los verdaderos motivos por los cuales este partido se llevará a cabo no están en la órbita del mito. Pese a que Jorge Sampaoli –entrenador del equipo– no veía útil que se jugara este encuentro (lleva diez meses en el cargo y poco tiempo para convencer de su mensaje), ingresos por dos millones de dólares pone a Claudio Tapia en una situación de exposición, como conductor de la AFA, sobre el peso que tiene el hecho deportivo. “Yo di mi punto de vista respecto al partido contra Israel, pero creo mucho en Tapia y me dijo que era algo que se tenía que hacer. Tampoco creo que sea lo ideal jugar con España e Italia ahora. Pero nada me puede distraer de elegir los mejores futbolistas y funcionamiento”, expresaba el seleccionador nacional, en la conferencia de prensa previa a la última gira del plantel.

La AFA había dado una lista de requisitos para que el partido se lleve a cabo: un lugar de entrenamiento privado, entre 80 y 90 habitaciones en un hotel de primer nivel, un chárter que transporte a la delegación argentina de Barcelona (en pleno ensayo para el debut) a Tel Aviv y, de esta ciudad a Bronnitsy, que los aficionados puedan presenciar un entrenamiento en directo a puertas abiertas, un cura propio para hacer una misa y que Lionel Messi, Sergio Agüero y Ángel Di María solo jueguen 60 minutos.

Todo esto también se dio debido a contratos firmados con Adidas y Torneos. Por ejemplo, en el partido que se disputó el 13 de marzo ante Italia –ocasión en la que Argentina venció 2 a 0 a la Azzurra en el Etihad Stadium de Manchester–, la AFA obtuvo el 30% de lo acordado debido a que Julio Grondona recibió, durante su presidencia, la otra parte del trato. Así ocurrirá hasta el 2022, ya que en los próximos amistosos hasta ese año, Luis Segura y Armando Pérez –expresidentes de la Asociación del Fútbol Argentino, el segundo perteneciente a la Comisión Normalizadora durante 2016– cobraron el monto correspondiente en sus respectivos mandatos.

Por otro lado, Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, y su acompañante de honor, Mauricio Macri, verían juntos el partido desde las gradas. El Presidente de la Nación recibió el 12 de marzo (una vez confirmado el partido por los organizadores) una carta de invitación: “He instruido a las más relevantes autoridades a hacer todos los preparativos necesarios para que el partido tome lugar en Jerusalén, nuestra capital eterna. Reitero mi invitación como anfitrión para que sea mi invitado de honor durante el encuentro. Para mí será un placer recibirlo en Jerusalén y reafirmar la creciente amistad entre nuestros países”.

El disfraz de la cábala, Maradona y Messi, Israel, el tiempo para el armado de una idea (con un entrenador que por primera vez dormirá más de una semana bajo el mismo techo que sus dirigidos), el compromiso económico, el hecho político y el escenario deportivo. El plantel en el medio de intereses ajenos y un pedidos de suspensión que llegaba desde organismos de Derechos Humanos a la AFA por la masacre en Gaza, se hizo escuchar. Al menos, por los que juegan con la pelota.

Otros partidos contra Israel previo a disputar una Copa del Mundo:

22 de mayo de 1990: victoria 2 a 1 en Haifa, Israel, previo al Mundial de Italia (la Copa del Mundo arrancó el 8 de junio).

31 de mayo de 1994: triunfo 3 a 0 en Ramat Gan, Israel, previo al Mundial de Estados Unidos (la Copa del Mundo inició el 17 de junio).

15 de abril de 1998: derrota 2 a 1 en Jerusalén, Israel, previo al Mundial de Francia. (la Copa del Mundo comenzó el 10 de junio).

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