viernes, marzo 29, 2024

Por siempre Pioneras

Iván Lorenz

Las Pioneras del Fútbol Femenino visitaron el Cilindro de Avellaneda para filmar el primer documental sobre su historia. La agrupación que creó la exarquera de San Lorenzo Lucila Sandoval el 12 de noviembre de 2016 lucha día tras día para que las futbolistas sean reconocidas y puedan jugar al deporte que tanto las apasiona.

“Pioneras es pasión por todo lo que hacemos. Lo avalamos nosotras, nadie nos da nada, lo hacemos porque nos gusta y porque queremos saber que pasamos por esta vida y que alguien lo sabe”, cuenta Gladys Verón, que está desde el principio al lado de Luky Sandoval movilizando a las exjugadoras.

Las tribunas estaban vacías y el cielo nublado el 24 de octubre. La lluvia de las 14.00 era molesta y no tenía intenciones de frenar. No paró en la tarde de miércoles. Las Pioneras tampoco. Era un poquito de agua. ¿Cómo iban a parar? Años armando potreros, trabajando a jornada completa para poder jugar los fines de semana, su piel curtida a golpes de familiares que no las dejaban bailar con la pelota, búsquedas incansables para tener un espacio, las gargantas reventadas por pedir a gritos que las escuchen en cada festejo de gol.

Liliana Sequeira es Pionera y mendocina; jugó en la década del 80. Sus compañeras la conocen como La Manzi porque cuando jugaba se ponía colorada: le quedó manzana, tomatito no le gustaba. Es de lengua fácil y le gusta hablar casi tanto como le encantaba desabrochar corpiños de rivales para ganar ventaja a pesar de su baja estatura. Sin embargo, acostumbrada a la adversidad, se limitaba a hablar en la cancha: “Había mucho tabú. La mayoría de las veces te gritaban que fueses a lavar los platos, pero después te veían jugar y era diferente. Nosotras jugábamos bien a la pelota”, relata la número cinco que a veces se paraba de central.

Fueron alrededor de 50 exjugadoras pero son muchas más. Algunas ya no están y otras siguen ejerciendo desde la parte técnica -organizando equipos de jóvenes- o bien todavía se ponen los cortos porque, después de todo, la redonda es su pasión. La agrupación está formada por futbolistas desde la década del 50 hasta los 90 inclusive. A pesar del frío, se sacaron las camperas, buzos y bufandas para relucir la pilcha que las une y enorgullece: la de Pioneras del Fútbol Femenino que representa la columna vertebral de este deporte de mujeres en Argentina.

Toda columna sostiene una estructura. Pioneras busca ser la base fuerte de las que juegan hoy. “Ya nosotras hicimos el camino. Esperamos que las que están ahora puedan surgir y tener un sueldo porque a nosotras nos costaba mucho. Sos profesional y jugás bien, pero ¿qué tenés que hacer? Estudiar, trabajar, mantenerte”, dice Marina Martínez que jugó durante la década de los 90.

Volaron flashes. Hubo selfies con la cancha de fondo, con los documentalistas, con banderas y hasta con el Carlos Gardel de la Platea A. Todas las alegrías son producto de su esfuerzo que se materializa. Para la estadística: Pioneras pasión por el fútbol -su programa de radio-, un libro en camino, una charla en el Colegio La Obra de Flores y un proyecto de ley para establecer el 21 de agosto como el día de la futbolista.

Betty roza los 80 pero solo su cuerpo denota la edad. Lúcida, ágil, de palabras precisas. Luky Sandoval siempre cuenta que ella es una prócer y la precursora original de todas las pioneras. Capitana, goleadora, asistidora, líder. Pasó por muchos puestos siempre con la idea de ir para adelante. Ella también se calza la pilcha que las une a todas: “Ser Pionera es tener en las espaldas el comienzo del fútbol femenino. Es muy lindo y a nosotras nos gusta ver cada vez más chicas que van aprendiendo de chiquitas el deporte”.

Estudiantes del Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda (IDAC) y de la Escuela Provincial de Cine y Televisión de Rosario (EPCTV) pasaron la tarde con las Pioneras. Escucharon sus historias, captaron sus gestos y emociones, rieron con ellas, disfrutaron de verlas pisar el césped de la cancha de Racing. Las exfutbolistas desbordaban de alegría: años invisibilizadas para pasar a formar parte de la historia en formato digital, eternas.

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