sábado, diciembre 7, 2024

El primer paso a la inmortalidad

Tomás Grasso @tomassgrasso

La naranja sigue rodando en San Antonio bajo la sombra del tridente integrado por Emanuel Ginóbili, Tim Duncan y Tony Parker, que ya no tiene representantes sobre el parqué. La falta de referentes dentro del rectángulo de juego hizo que las tribunas del AT&T Center pierdan la efervescencia que se hizo característica en la última década y media. El proceso de reconstrucción que tiene como cabeza la figura de DeMar DeRozan todavía no logró cautivar al público tejano, que siente el vacio luego del retiro de su último gran exponente que fue Manu.

La cuenta oficial San Antonio Spurs anunció que el 28 de marzo de 2019, cuando reciban a los Cleveland Cavaliers, se realizará la ceremonia de retiro de la camiseta número 20 que lució el bahiense desde el primer hasta el último día. Todo indica que volverá la algarabía y la sangre latina a los pasillos y butacas del estadio que disfrutó durante dieciséis temporadas al mejor jugador de la historia del básquet argentino.

Será la novena camiseta que la franquicia colgará en el techo y la segunda del Big Three que le dio cuatro anillos a los dirigidos por Gregg Popovich. El primero fue Timmy D en 2016 y sólo es cuestión de tiempo para que el francés también tenga su homenaje.

El 20 no era el número de su ídolo en la infancia, no es el día del mes en que nació, tampoco es el número que su padre llevaba y cayó en sus manos por herencia. En su primera foto oficial como jugador de la NBA posó con la número 6, la misma que usó en su momento dorado en el Kínder Bologna, pero no contó con el apoyo de una afición que todavía tenía la herida abierta luego de Avery Johnson –portador de dicho dorsal- y protestó ante la posibilidad de que el argentino la ocupara.

Sin intenciones de empezar con el pie izquierdo su carrera en la NBA, renunció voluntariamente y buscó una segunda opción. Pidió la 10, la que supo usar en sus inicios en la Liga Nacional y que no tiene gran peso en el mundo de la naranja, pero que en el país de Diego Maradona es sinónimo de habilidad. La respuesta volvió a ser negativa, ya tenía dueño, era Speedy Claxton, que había llegado desde Philadelphia unos meses antes.

Ante la imposibilidad de utilizar los dos números que había usado a lo largo de toda su carrera, ya no había preferencias. Se decantó por el 20 por una cuestión puramente estética, “Me gusta como se ve, por eso es la que tomé”, afirmó.

El próximo 28 de marzo quedará registrado como el primer paso a la inmortalidad de Emanuel Ginóbili; el próximo seguramente será el ingreso al Salón de la Fama. Para ello habrá que esperar al menos 3 años, recién en 2021 podrá ingresar a la discusión. Una vez que su nombre esté sobre la mesa serán tres filtros los que definirán si su currículum es honorario o no. El primero serán los jugadores, seguirá el comité de ética y el veredicto final lo darán veinticuatro integrantes del selecto grupo al que el bahiense hizo méritos para entrar.

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