A DOS AÑOS DE SU FALLECIMIENTO

CRÓNICA

MARADONA

Diego, gloria y arte callejero

por E. PELLEGRINI, M. HERNÁNDEZ HUGUET Y P. MORENO POLAK

La Paternal, el barrio que lo vio crecer futbolísticamente, lo tiene presente en cada rincón.

El Equipo Deportea

MARADONA

Las imágenes de los grafitis van desde que Diego estaba en los “Cebollitas”, pasan por su debut en el Bicho con 15 años, su huella por la Selección y hasta fotos con sus padres cuando todavía vivían en el barrio de La Paternal.

El Equipo Deportea

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En el estadio de Argentinos Juniors, que lleva su nombre, hay un santuario desde diciembre de 2020 donde la gente puede dejar camisetas, estampitas, flores e incluso sentarse a rezar.

Villa Devoto. Segurola y La Habana 4310, séptimo piso, el lugar en el que alguna vez Diego invitó a pelear al Huevo Toresani, fue su casa cuando le tocó volver a Boca en 1995.

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La imagen de cómo se veía la casa el día que pasó a la eternidad. Se pobló de muchas personas que la decoraron con camisetas, velas y flores.

A pocas cuadras se encuentra la casa que el club de La Paternal le dio, donde vivió con su familia desde 1978 a 1980. Actualmente está reconocida como lugar histórico y funciona como museo.

La Boca, el barrio que representa al club del cual es hincha, lo va a homenajear por siempre, tanto en la cancha como en Caminito.

Donde mejor se lo puede recordar, es sin dudas en el bar “Lo del Diego”, sobre la Avenida Don Pedro de Mendoza. Su dueño, Fabián, cuenta que crearon el lugar con autorización de los representantes de Maradona cuando él todavía vivía.

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Sus hermanas nos ayudaron con el material fotográfico. Esto es un bar temático pensado en un homenaje, y no en un museo.

“Al estar acá adentro, es como que Diego está. Siempre uno espera que aparezca en algún momento”.