jueves, marzo 28, 2024

Betty García: “Todos tenemos los mismos derechos de ocupar nuestros lugares”

Por Jenifer Orellana @jeniorellana97

Once mujeres posaban para una foto en el Estadio Azteca de la Ciudad de México. Vestían la camiseta celeste y blanca, acompañadas de su entrenador.

Esta imagen no se encuentra impresa en ningún libro de historia. Sin embargo, constituye un emblema para el deporte femenino de Argentina.

La memoria fue capturada en el Mundial de Fútbol femenino que se disputó en México durante el año 1971. Era la segunda competencia mundialista que llevaban a cabo las mujeres, pero la primera para las argentinas.

Dentro de ese plantel que representó a nuestro país se encontraba la número nueve y capitana Gloria Betty García, quien actualmente -con 76 años- narra lo vivenciado en el Mundial de México 71: “En el año 1970 se organizó un partido por televisión directa que lo televisó Canal 13. A partir de ahí en el 71 llegaron las mexicanas a jugar acá. Y vino una invitación para que podamos jugar en el Mundial de 1971 en México. Ahí se integraron cuatro equipos: Inglaterra, Francia, Italia y Dinamarca. México y nosotras éramos los países americanos”. Además, García recordó la hazaña más significativa que tuvieron allí: “Nosotras les ganamos el 21 de agosto del 71 a Inglaterra por 4 a 1 y las sacamos del Mundial”.

Betty García es una referente para el fútbol femenino nacional, que durante 47 años vio como se invisibilizaba en los medios hegemónicos la historia que trazó entre gambetas, caños, pases y goles junto a sus compañeras desde la década del 50. “Cuando terminó el Mundial jugamos contra México, porque nos pidieron jugar un amistoso. Llegó ese día, nosotras le ganamos y luego cuando salimos de México bajamos en Perú para jugar con la Selección, también le ganamos a las peruanas. Lástima que al llegar acá no nos recibió nadie, sólo estaba la familia”, lamentó la exdelantera del seleccionado nacional.

La pionera García también fue víctima de la marginalización, precarización y ninguneo por parte de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). Por eso, cuando integró el seleccionado femenino del 70, no recibieron ayuda de la AFA. Entonces se vieron obligadas a resolver esta problemática por sus propios medios: “Nos habían dado camisetas, pero resulta que eran de mala calidad y al primer lavado nos habíamos quedado sin ropa. Entonces ellos (México) nos facilitaron camisetas, medias, pantaloncitos para que pudiéramos volver a jugar y los botines”.

Inclusive el equipo nacional viajó sin entrenador: “Estábamos sin director técnico el primer partido, pero en el segundo ya tuvimos la colaboración de un jugador de Argentina, quien estaba en México y se llamaba Norberto Rozas. Él se hizo cargo del equipo”.

A pesar del compañerismo que demostró México con Argentina, propio del espíritu deportivo, las futbolistas no poseían dinero ni para enviar una carta a sus familias. Por eso, García comentó: “Una vez en el partido contra Italia había una señora que vendía fotos nuestras en el estadio. Entonces me entregó unas 100 fotos y nosotras las autografiábamos en el partido y nos dedicábamos a venderlas. Gracias a eso recaudábamos para pasar los días. Recién al final del campeonato nos pagaron, pero durante el campeonato no teníamos, porque a la moneda Argentina no la aceptaba ningún país en ese momento”.

Sin embargo, la alegría y la pasión que le brindó vestir la camiseta de su país no se la quita nada ni nadie. “Fue muy lindo. Yo ya la había vestido cuando fui a jugar contra la selección uruguaya, pero jugar el Mundial fue lo más hermoso que había. Todas las chicas tienen un buen recuerdo”, aseguró la capitana de la selección pionera en México 71’.

Los señores poderosos que convirtieron al fútbol en un negocio poseen la concepción de que este deporte jugado por mujeres no es redituable en capital monetario, olvidándose un concepto básico de la economía: las leyes de oferta y demanda. Desplazándolo a términos deportivos: si se demuestra un compromiso predispuesto a beneficiar el crecimiento del fútbol femenino, uno de los avances podría ser otorgarle un espacio en los medios de comunicación, es decir televisar los partidos de las ligas femeninas (oferta), del mismo modo que lo hacen con el masculino. A través de esta visualización se genera un involucramiento por parte del televidente (demanda), debido a que el fútbol es uno de los deportes más populares a nivel nacional.

No obstante, se ha comenzado a proporcionar un espacio en los medios televisivos, pero se debe al empoderamiento de las futbolistas que vienen resistiendo de este lado de la trinchera. Durante los 70, Canal 13 tuvo interés de televisar un partido en donde Betty García se encontraba dentro de las jugadoras e hizo mención con respecto a la transmisión: “En ese momento empezó a florecer el fútbol femenino, pero de repente se cortó y no sé por qué”.

Las canciones de cancha suelen tener un contenido xenófobo, racista, homófobo y misógino a causa de la construcción socio-cultural heteropatriarcal con la que se forma a las personas desde el momento de la concepción. Por eso, aquellas mujeres de la década del 50, que se involucraban en el fútbol, no sólo debían eludir y rematar en el arco rival sino a los hombres, quienes desde la tribuna les ordenaban a los gritos que vayan a lavar los platos. “Al principio sí, cuando entrabamos a la cancha, pero cuando empezábamos a jugar ya no nos decían nada, porque a la gente le gustaba. Tenés que dejar a la gente que demuestre lo que siente y le gusta, porque nadie tiene que decirte lo que tenés que hacer y en esa época si te lo decían”, aseguró García.

Una vez más, las chicas demostrando que son capaces de todo. Aun así el camino para ellas se convierte en un terreno pantanoso y tanto las paredes como el techo de cristal se engrosa aún más, en donde la vara del exitismo es mayormente exigente. “Hay mucho machismo acá ¿Por qué nosotras tenemos que estar demostrándoles lo que valemos? Nosotras valemos siempre, ya lo hemos demostrado, entonces no tenemos por qué demostrar nada. Sólo el hombre machista debe dar un paso al costado y dejar a la gente avanzar”, asentó la nueve de la selección del 70.

A consecuencia de los desafíos que deben enfrentar las futbolistas a diario, sus convicciones se sostienen en todos lados. Por esa razón, el compromiso ante las causas sociales es inevitable y lo trasladan de las redes sociales al campo de juego, restándole importancia a los comentarios externos pertenecientes al statu quo. “Es un adelanto bueno y nadie puede decir lo que tiene que hacer una mujer. Cada uno es dueño de sí mismo y nadie tiene que ponernos ni cláusulas, ni paredes, ni barreras”, sostuvo Betty García y opinó sobre el involucramiento del movimiento feminista en el deporte: Es bueno eso, ¿Por qué la mujer no puede estar a la par del hombre? Trabaja igual que el hombre, hace las cosas igual que él, ¿Por qué no? Todos tenemos los mismos derechos de ocupar nuestros lugares. Nadie nos tiene que decir donde nos tenemos que poner las mujeres.”

Y así fue. La nueve de la Selección del 70’ se retiró del fútbol a los 44 años, por una razón: “Cuando sos más grande tenés más problema de lesionarte y yo no podía darme el lujo de lesionarme porque tenía que trabajar. Por eso, yo digo que las jugadoras de ahora tienen que ser pagas, sin necesidad de trabajar. Así pueden practicar más, tener más tiempo para el deporte”.”

Betty García es la referente de muchas chicas que comienzan a cambiar las zapatillas por los botines y a pisar fuerte en la cancha. De todos modos, alguien debió inspirar a García para que tomara el envión y jamás dejara de correr detrás de la pelota con la cabeza siempre alta: “Yo soy hincha de Racing y mis mayores ídolos están en Racing: Roberto Perfumo, (Juan José) Pizzutti, (Juan Carlos) Cárdenas”.

Las decisiones que suele tomar una mujer se encuentran muchas veces cuestionadas si no van acorde a lo que se espera de ella. Por esa razón, la capitana de la década del 70 tuvo que gambetear otro obstáculo para que ese se convirtiera en su mayor logro: “Es haber ido al Mundial y haber podido realizar mi sueño. Una vez cuando era chica alguien me preguntó ¿Qué querés ser cuando seas grande? Y yo le dije deportista. Me miraron raro. No dije que quería ser médico, ni abogada. A mí me gustaba el deporte. Había gente que se oponía a que yo realizara el deporte pero como a mí me gustaba fui para adelante. No me gusta que me digan lo que tengo hacer”.

Ese Mundial que se jugó en México durante el año 1971 quedó marcado en la historia del fútbol femenino y en la vida de aquellas que integraron el plantel.

Hoy, luego de 47 años, salió a la luz que 17 futbolistas viajaron a disputar una competencia mundialista por sus propios medios, dejando una huella que no se puede borrar. Esto fue gracias a la organización Las Pioneras del Fútbol Femenino Argentino, quienes han combatido incansablemente para dar a conocer que las mujeres también pueden escribir y hacer historia en espacios donde se les ha asignados a los varones por costumbres de la época.

De ese modo, comenzaron a circular imágenes de archivo que constataban lo que Las Pioneras informaban. “Veo la imagen de mis compañeras y me emociona mucho porque la mitad de estas jugadoras ya no están y nos hubiera gustado que estuvieran todas para que a ellas les brindaran todo lo que nos están brindando ahora”, describe nostálgica Betty al mirar la foto que sostiene en sus manos.

Además, la fotografía con el plantel femenino en el mítico Estadio Azteca incrementó su visibilización mediante el hashtag #21deAgosto, a causa de que la organización impulsada por la exfutbolista Lucila Sandoval comenzara una campaña para que las futbolistas argentinas puedan celebrar su día con un suceso histórico que las represente. “A partir de ahí, han pedido que el 21 de agosto sea el día de la futbolista. Nosotras queremos que se haga, porque no queremos estar el mismo día que están los hombres. Nosotras queremos tener nuestro día también. ·Estuvimos en la Cámara de Diputados y parece que le van a dar causa al pedido”, declaró la pionera. El día al que ella hace mención es cuando con cuatro goles de Elba Selva acompañadas de sus asistencias derrotan a Inglaterra por 4 a 1 eliminándolas del Mundial en el mítico Estadio Azteca. Es el mismo escenario donde Diego Maradona levanta la Copa del Mundo 15 años después.

Gloria Betty García se transformó en una figura de suma importancia en el fútbol femenino por demostrar que el género no es una condición que te impida concretar las metas y los sueños. Por eso, desde Las Pioneras Futbol Femenino le adjudicaron el apodo “Orgullo nacional”, debido a que Betty García reúne todos los requisitos para representar a una mujer fuerte, insurgente, libre, empoderada y triunfadora en un mundo con un sistema que las quiere ver fracasar.

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