viernes, marzo 29, 2024

Jamie Vardy: un jugador que debió cambiar su actitud

Matías Elicegui

El camino de Vardy hacia el fútbol profesional no fue nada fácil. Cuando tenía 16 años fue expulsado de las divisiones menores del Sheffield United, pese a ser el goleador del equipo, porque según los directivos era muy pequeño en comparación a sus compañeros. Esa medida lo llevó a dejar la práctica deportiva y a involucrarse en diferentes peleas, que derivaron en otros problemas callejeros.

Durante esta etapa ocurrió un hecho que lo marcó. Debido a una pelea en un bar de Sheffield, se vio obligado a portar por un año una tobillera electrónica para controlar sus movimientos y a cumplir con un toque de queda en su domicilio a partir de las 18:30 por orden judicial.

En 2007, con 20 años, decidió dejar atrás su vida conflictiva y se unió a las filas del Stocksbridge Park Steels de la octava división inglesa, donde sólo recibía un sueldo de 30 libras mensuales. Por ese motivo, comenzó a trabajar en una fábrica de prótesis para poder vivir.

Luego de destacarse como goleador durante tres temporadas en una de las divisiones más bajas de Inglaterra, llegó al Halifax Town a cambio de 15.000 libras. Allí convirtió 29 goles en 41 partidos y logró el ascenso a la National League North. La carrera de Vardy venía en ascenso y varios clubes de categorías superiores querían contar con sus servicios. De esta manera, el Fleetwood Town lo contrató por 140 mil libras, una cifra que fue récord para la quinta división británica. En su primer año en el club continuó con su buena racha en las redes y marcó 34 goles, lo que llevó a conseguir el ascenso a la Football League 2, la división profesional más baja del fútbol inglés.

Tras su gran participación en el fútbol de ascenso, el Leicester City puso los ojos en él y se lo llevó por un millón de libras con el objetivo de lograr el ascenso a la Premier League. Pese a cumplir el objetivo de llegar a la máxima categoría local, en sus primeras temporadas sus registros goleadores no fueron nada auspiciosos. La consagración futbolística para Vardy llegó en 2015 de la mano de Claudio Ranieri, quien lo mantuvo como centrodelantero titular a pesar de su falta de gol. Ese año dio la sorpresa al convertirse en el máximo anotador con 24 tantos y en consagrarse campeón de la Premier League con el Leicester. Sus grandes actuaciones llamaron la atención del entrenador inglés Roy Hodgson. Se convirtió en una pieza fija en la Selección de Inglaterra, con la que disputó la Eurocopa 2016 y viajará al Mundial de Rusia 2018.

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